San Antonio de Padua

Novena de San Antonio de Padua

San Antonio de Padua, también conocido como el Santo Casamentero, es uno de los primeros miembros de la Orden Franciscana, contemporáneo de San Francisco de Asís y Santa Clara de Asís, siendo un gran ejemplo de humildad, fe y vida en Jesucristo.
La Novena de San Antonio de Padua es una de las más tradicionales dentro de la fe católica, con ella pedimos la intercesión de este icono para que nos ayude, o incluso para agradecer por una gracia lograda, sabremos un poco más cómo hacerlo.

¿Cómo hacer la novena de San Antonio de Padua?

Aquí en Nuestra Sagrada Familia aprenderás a hacer la Novena de San Antonio de Padua de una manera muy sencilla y sin complicaciones.
A continuación veremos todas las oraciones que componen esta importante novena a San Antonio de Padua para que las puedas hacer, por ejemplo, en tu casa, con tus amigos, con tu familia:

Oraciones diarias de la Novena de San Antonio de Padua

Estas oraciones deben ser rezadas todos los días durante la Novena.

Oración Inicial

Querido Protector mío, San Antonio! Aquí estoy, a tus pies, confiando plenamente en tu poderosa intercesión. Mírame con ese espíritu de dulce y tierna compasión con que miraba a los pobres. ¡Pobre de mí, hombre santo! Estoy lleno de miseria. La vida para mí es una lucha continua.
Pan de felicidad, de alegría, de salud, de paz, de virtud... ¡Cuánto necesito tu protección amorosa! Escúchame, humildemente te pido que tu nombre de Taumaturg sea glorificado de nuevo. Creo en tu poder, en tu bondad, amo el corazón de tu Padre y bendigo a nuestro Señor, que te hizo grande en la tierra y en el cielo. Amén.

Oración final

Alegres, Señor, tu Iglesia se dedica a la humilde oración de tu siervo San Antonio glorioso, para que siempre seamos ayudados en esta vida con la ayuda de la gracia y merezcamos obtener, después, las alegrías eternas de la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

Primer día de la Novena de San Antonio de Padua

La vida de San Taumaturgo es una predicación continua de la fe cristiana. Por esta fe, aún muy joven, deseaba derramar su sangre ante los mártires franciscanos de Marruecos. A través de esta fe, se entregó completamente a Dios en una vida santa y perfecta de evangelización que fue asombrosa para el mundo, rica en talentos y maravillas......
¿Qué vida de fe es la mía?
- Rezando tres glorias a papá.
- Ruega por nosotros, Beato Antonio, para que por tu intercesión alcancemos las alegrías de la vida eterna.

Segundo día de la Novena de San Antonio de Padua

La esperanza de San Antonio

El santo amaba vívidamente esta virtud. Una vida de sacrificio, en constante lucha contra el infierno, el mundo y las pasiones, sería imposible sin una gran esperanza, una gran confianza en la bondad divina, en la providencia paterna de Dios y en la ayuda constante de su gracia.
Es por eso que el santo nunca se ha desvanecido en su vida de esfuerzo incesante y doloroso. Contaba con Dios! Humillémonos y no contemos con nuestras fuerzas, sino con lo divino, esperando en Dios.
-Reza tres glorias al Padre.
-Ruega por nosotros, Beato Antonio, para que por tu intercesión alcancemos las alegrías de la vida eterna.

Tercera Jornada de la Novena de San Antonio de Padua

La caridad fraterna de San Antonio

San Antonio dedicado a los Serafines de Asís, San Francisco, un amor particular. No ignoraba, sin duda, que como su buen hijo, era otro Serafín de la caridad. ¿Quién puede adivinar la ternura de su amor por Jesús? Esa escena en la que el Niño Dios se recreó en los brazos del Santo puede servir para hacernos adivinar sus éxtasis, su ternura seráfica. Qué ejemplo para mí, frío, miserable, pobre pecador.
-...para hacer tres glorias al Padre.
- Ruega por nosotros, Beato Antonio, para que por tu intercesión alcancemos las alegrías de la vida eterna.

Cuarto Día de la Novena de San Antonio de Padua

La pureza de San Antonio

He aquí un santo cuya vida fue un holocausto de amor a los hombres. Se puede decir que no fue más que una caricia a los pobres pecadores, a los tristemente enfermos, a los atormentados por las sombras de la miseria. Nos complace encontrarnos con el Santo en este amor fraterno al prójimo, en el que ni siquiera la muerte ha interrumpido: hoy, como en la vida, sigue prodigándonos con las mismas caricias. Que tu ejemplo me lleve a la compasión de los desdichados.
- Reza tres Gloria al Padre.
- Ruega por nosotros, Beato Antonio, para que por tu intercesión alcancemos las alegrías de la vida eterna.

Quinta Jornada de la Novena de San Antonio de Padua

La humildad de San Antonio

No en vano el santo toma en sus manos un lirio. Era un lirio de iglesia. El diablo quiso mancharla con su sucia baba, pero el santo la guardó como un tesoro; la defendió con un cinturón austero e impenetrable de silencios, vigilias, oraciones, obras. ¿Qué hacemos para mantener la pureza de nuestro cuerpo y alma?
- Reza tres glorias al Padre.
- Ruega por nosotros, Beato Antonio, para que por tu intercesión alcancemos las alegrías de la vida eterna.

Sexta Jornada de la Novena de San Antonio de Padua

La pobreza de San Antonio

También en este santo, y de una manera singular y maravillosa, se cumplió la frase de Jesucristo: "El que se humilla será exaltado". Se escondió como una violeta, buscó el retiro, el silencio, y, dotado de la más alta sabiduría, si lo hubiera escondido, sólo la obediencia puede abrir con su llave de oro aquellos poderosos talentos que hicieron de San Antonio el Arca del Testamento. Cuántos bienes nos privan de nuestro orgullo!
-Tres glorias al Padre.
- Ruega por nosotros, Beato Antonio, para que por tu intercesión alcancemos las alegrías de la vida eterna.

Séptima Jornada de la Novena de San Antonio de Padua

La pobreza de San Antonio

Nacido en un lecho de oro, ante las sonrisas y riquezas del mundo, San Antonio abrazó a la pobre Orden Franciscana. Se convirtió en el hijo de aquel hombre casado con la señora Pobreza, San Francisco, y, como él, la siguió a través de espinas y espinas, privaciones y sufrimientos, contento con sus dolorosas y dulces caricias.
Su separación del mundo lo hizo rico en posesiones celestiales. Él cambió el oro de la tierra por el oro inestimable del amor divino. Renunciemos a nuestras posesiones terrenales si realmente queremos salvarnos a nosotros mismos.
-Rezar tres glorias al Padre.
- Ruega por nosotros, Beato Antonio, para que por tu intercesión alcancemos las alegrías de la vida eterna.

Octava Jornada de la Novena de San Antonio de Padua

La obediencia de San Antonio

La obediencia es la muerte de la voluntad, y cuando el hombre la mata, ha matado a su mayor enemigo. La voluntad divina, manifestada por los legítimos Superiores, hace entonces maravillas en las almas. San Antonio fue muy obediente. Tanto es así que a un acto de obediencia pasó por ignorante, pero debemos saber que se trataba de un nuevo Doctor del pueblo. Obedece, humilla tu propio amor: ¡Dios te exaltará!
-Tres glorias al Padre.
- Ruega por nosotros, Beato Antonio, para que por tu intercesión alcancemos las alegrías de la vida eterna.

Novena Jornada de la Novena de San Antonio de Padua

San Antonio, protector de los que sufren

Todo sufrimiento, en cualquiera de sus manifestaciones, ya sea el dolor del pecado, la pérdida de la salud, la escasez de recursos, las persecuciones injustas, la ausencia de paz, las grandes preocupaciones o los grandes dolores, puede atormentar a un alma, y todo era causa de compasión por el Santo, era materia de sus milagros y causa de su misericordia. Ayudemos, pues, a su corazón compasivo con la máxima confianza.
-Rezar tres glorias al Padre.
- Ruega por nosotros, Beato Antonio, para que por tu intercesión alcancemos las alegrías de la vida eterna.

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